Así que luego de la primera jornada del coloquio en el que estábamos participando decidimos ir a estampar a una marcha que se desarrolló por los estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa.
Lamentablemente la marcha no llegó al punto donde la íbamos a interceptar porque los policías desviaron el recorrido. Debido a esto cambiaron los planes, pero no la intención de generar propaganda ambulante a través de la serigrafía, así que buscamos un nuevo destino.
Nuestra primera parada fue Madero, una calle de tránsito peatonal muy concurrida. Tuvimos muy buena recepción de la gente, que se comenzó a estampar rápidamente los variados diseños disponibles, pero la policía no nos recibió de la misma manera y luego de casi 1 hora de intervención nos vio y nos hizo retirarnos del lugar.
La perseverancia hizo que el resto de los días siguiéramos intentándolo. Volvimos a estampar en distintos puntos de Madero, de Regina (otro paseo de tránsito peatonal), de Coyoacan (que era el lugar donde estábamos alojando), frente al Museo de Bellas Artes y en la Plaza de la Constitución (más conocida como Zócalo), pero la tónica fue la misma. La policía nos corría de cada lugar en el que estábamos y no alcanzamos a estar más de una hora en un punto fijo.
A pesar de lo tedioso que fue intervenir de esta manera, fue una experiencia enriquecedora. Por eso agradecemos a cada persona que se estampó, cada dialogo que se generó con la gente que se acercaba, cada historia que nos contaban, cada realidad que íbamos conociendo, agradecemos cada sonrisa, cada gesto, cada mirada, cada agradecimiento, y todo, porque completamente todo lo que vivimos en la calle hizo que salir a estampar fuera una experiencia gratificante, donde pudimos compartir con la gente común, conocer el día a día de México.
Revisa las fotos acá!!
